El Gran Premio de China, segunda fecha de la Fórmula 1 marca el inicio de la “verdadera” temporada de la Máxima Categoría.
Después de la visita a Albert Park, un circuito temporal que no necesariamente se toma como punto de referencia para medir las fortalezas y debilidades de los pilotos, el Gran Circo llega al Shanghai International Circuit, donde no solo se espera una nueva lucha entre Ferrari y Mercedes, sino que gracias a las características de esta pista, se descifrará si verdaderamente la nueva generación de monoplazas mejoran el espectáculo o han vuelto la generación de rebases una hazaña.
Sebastian Vettel, quien no lideraba el Mundial desde sus días en Red Bull en 2013, llega con la más alta motivación tras vencer en Australia con estrategia y velocidad a Lewis Hamilton, quien luego de pulverizar el récord de pista de Albert Park, ostentado por Michael Schumacher por trece años, busca hacer lo mismo en territorio asiático.
Siendo un circuito de 16 curvas, en su mayoría de media y baja velocidad, la recta trasera de 1.1 kilómetros demostrará si la marca alemana se mantiene la hegemonía en cuanto a la potencia de los motores V6; además, se verá el nivel de degradación de los neumáticos Pirelli, como producto de la carga aerodinámica de los vehículos, en una zona en la que las temperaturas no son tan altas y el asfalto genera un menor graining, es decir, la suciedad que se queda en las llantas y que dificulta el manejo.
Por su parte, Sergio “Checo” Pérez llega motivado tras finalizar séptimo en Melbourne, con un Force India que generalmente no está a su máximo rendimiento cada vez que inicia la temporada, y considerando que Williams y Toro Rosso serán los rivales a vencer en esta primera parte del año. El mexicano tiene, como mejor resultado, el noveno puesto de 2014, mientras que ha finalizado 11°, a la orilla de los puntos, en cuatro ocasiones.
Serán 56 vueltas al trazado de 5.451 km, en el que se recorrerán 305.066 km; Hamilton ha ganado en cuatro ocasiones (2008, 2011, 2014 y 2015), mientras Schumacher todavía ostenta la vuelta más rápida, 1:32.238 m., implantado en 2004. Ferrari y Mercedes se reparten la mayor cantidad de triunfos entre equipos, con cuatro cada uno.
Una vez más, no hay ganador defensor, ya que el retirado Nico Rosberg fue quien se llevó la bandera a cuadros en 2016. Entre las novedades de participantes, el italiano Antonio Giovinazzi volverá a sustituir al alemán Pascal Wehrlein en Sauber.
Las prácticas comienzan este jueves por la noche; la clasificación se celebrará a las 3 AM, para que el Gran Premio de China dé inicio a las 2 AM del domingo.