Prácticamente, desde que la pandemia del coronavirus se desató en el mundo, las firmas automotrices han puesto su granito de arena para hacerle frente, ya sea para fabricar protectores faciales o respiradores, y la buena noticia es que el entusiasmo por ponerle un alto al COVID-19 no para.
La semana pasada General Motors de México dio a conocer que a finales de este mes iniciará la producción en sus plantas de algo más que no son precisamente vehículos, sino cerca de nueve millones de mascarillas quirúrgicas nivel 1, las cuales se fabricarán en su complejo de Toluca, en el Estado de México, en donde regularmente se manufacturan motores de 1.5 litros turbocargados para impulsar vehículos como la Chevrolet Equinox y la GMC Terrain.
Una parte de estos insumos médicos serán destinados para donación a hospitales públicos localizados en la Ciudad de México, Estado de México, San Luis Potosí, Guanajuato y Coahuila, esto para combatir al COVID-19, estados en donde la empresa tiene operaciones. La otra parte será usada para empleados y distribuidores de la marca.
La compañía producirá 1.5 millones de mascarillas quirúrgicas nivel 1 mensualmente y por un periodo de seis meses, en un área especial dentro de la planta de Toluca, la cual está siendo acondicionada bajo estrictos estándares de higiene y seguridad.
Por su parte Ford, junto con 3M, desarrolló un nuevo respirador purificador de aire que ya se está fabricando en Vreeland, cerca de Flat Rock en Michigan. También se están produciendo máscaras faciales en la planta de transmisiones de Van Dyke.
Asimismo, para ayudar a proteger aún más a los trabajadores de la salud, la firma del óvalo azul está estudiando el desarrollo de batas reutilizables a partir de materiales de bolsas de aire con el proveedor Joyson Safety Systems.
Además, la compañía estadunidense está prestando su apoyo de fabricación para ayudar a Thermo Fisher Scientific a ampliar rápidamente la producción de kits de verificación de COVID-19 para pruebas de pacientes.
Otra de las firmas automotrices que está haciendo lo propio desde su trinchera es Lamborghini, quien proporciona recursos y equipos de su departamento de investigación y desarrollo para la coingeniería y producción de simuladores de respiración, en colaboración con Siare Engineering International Group, el principal fabricante italiano de respiradores pulmonares durante la emergencia sanitaria causada por la propagación de COVID-19.
El simulador de respiración permite realizar una evaluación inicial del rendimiento del respirador antes de llegar a la fase de comprobación final, cuando el respirador se somete a una prueba exhaustiva utilizando equipos certificados.
En sólo dos semanas, Lamborghini ha utilizado su laboratorio de impresión 3D para diseñar, producir y validar el simulador, con una capacidad de producción de 18 unidades a la semana. A esto se añade la fabricación mediante impresión en 3D de viseras médicas en policarbonato con una impresora HP Jet Fusion 3D 4200 con tecnología MJF capaz de imprimir con un nivel de precisión de 0.08 milímetros.