La firma italiana, de la mano de su división especializada en autos clásicos, Polo Storico, restauró a ambos modelos para rendirles tributo a dos de sus emblemáticos modelos que salieron de producción en el verano de 1968.
Como es tradición de los modelos de la marca, con su llegada al mercado rompieron paradigmas, por un lado el Espada es uno de los pocos modelos de Lamborghini de cuatro plazas, pero no por eso se privó de lucir un motor V12 3.9 litros con una entrega de potencia de 321 caballos de fuerza. Su producción duró una década y se fabricaron 1,200 unidades.
El Islero es una de las joyas más preciadas por los coleccionistas, toda vez que, sólo entró a la línea de producción por dos años, con 225 unidades entregadas. Su corazón está impulsado por un motor V12 3.9 litros que desarrolla 350 hp.