Con la llegada del Mazda 2 sedán, la firma japonesa pone en claro que un vehículo compacto puede ostentar el mejor nivel de equipamiento y confort.
Estar al volante de la variante con cajuela del Mazda 2 nos provocó algunos sentimientos encontrados pero muy satisfactorios.
Primero, porque normalmente estamos acostumbrados a ver que, dentro del segmento, no siempre puedes aspirar a tener acabados como los de este vehículo: asientos forrados en piel, ensambles bien ejecutados y una pantalla flotante táctil de siete pulgadas a color colocada sobre el tablero con la que se manipula el sistema de infoentretenimiento.
El interior tiene todo lo necesario para tener una buena vida a bordo. Desde el aire acondicionado automático y un sistema de audio con seis bocinas, hasta un juego de asientos que se amoldan al cuerpo y te consienten con cada kilómetro recorrido.
Un claro ejemplo de los altos estándares de calidad a los que Mazda siempre se ha apegado y un claro ejemplo de que las cosas hechas en nuestro país son de calidad, pues este vehículo es ensamblado orgullosamente en México, en el complejo industrial que la firma tiene en Salamanca, Guanajuato, mejor conocida como “Salamazda”.
Y segundo porque no siempre es fácil encontrar una postura de manejo cómoda sin que se tenga que sacrificar el espacio de la segunda fila. En el Mazda 2 sedán no sucede así, pues da la impresión de estar en un auto de un segmento superior. La visibilidad a través del parabrisas es extraordinaria y su carrocería de 4.32 metros de largo, 1,48 de alto y 1.98 de ancho, ofrecen una sensación de dominio del exterior y control absoluto del coche sobre el asfalto.
La buena calidad de marcha está más que comprobada con la versión hatchbach que ya se comercializaba en nuestro territorio. Sin embargo, ese peso adicional que supone la cajuela le agrega un extra de buena estabilidad, además de un volumen de 410 litros, sobre todo al paso por curva, donde el Mazda 2 sedán brilla no sólo por equipar una suspensión que absorbe con eficacia las curvas, sino que, además, resulta muy silencioso.
Estéticamente la integración de la cajuela al conjunto quedó bien solucionado, y mantiene el lenguaje “Kodo” que le ha dado identidad a la marca en sus más recientes ejecuciones. Es un auto que de inmediato llama la atención por donde pase, con la enorme parrilla frontal acompañada de un juego de faros con tecnología LED bien estilizados, y los trazos curvos que parten de ellos y se extienden hasta la parte media de las puertas delanteras, patrón que se repite al centro de las puertas traseras y que se extiende hasta las calaveras.
Bajo el cofre, la máxima expresión de la filosofía SkyActive de Mazda está presente, pues guarda un pequeño pero eficiente propulsor de cuatro cilindros 1.5 litros atmosférico, capaz de generar 106 caballos de fuerza y 103 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de seis cambios con modo manual.
Si bien las cifras pudieran parecer bajas, lo cierto es que resultan muy solventes para empujar los poco más de 1,100 kilos que el Mazda 2 sedán registra en la báscula. Un beneficio que se ve reflejado en el consumo de combustible, pues a nuestros mandos pudimos exprimirle un consumo combinado de cerca de 17 km/l.
En cuanto a seguridad, del sedán compacto japonés destacan las seis bolsas de aire en el habitáculo, frenos de disco al frente y tambor atrás con ABS, control de tracción y estabilidad, asistencia de frenado, distribución electrónica de la fuerza de frenado, pedales colapsables y anclaje ISOFIX para sillas infantiles, entre otras.
Tanto en ciudad como en carretera, el auto se siente ágil y confiable y eso es algo que hoy en día pocas propuestas del segmento pueden conseguir. Está disponible en tres versiones: i por $242,900; i Touring por $262,900 y la i Grand Touring, cuyo precio está fijado en $292,900.
106
CABALLOS DE FUERZA
es la potencia que entrega el propulsor L4 1.5 litros que lo impulsa.
103
LB-PIE
es el torque que llega directo a las ruedas delanteras.
410
LITROS
es el volumen que ofrece la cajuela de la variante sedán del Mazda 2.
19
KM/L
es el consumo de combustible combinado que promete la ficha técnica.